Qué nos dice la ciencia sobre la prevención del cáncer de mama?
Siempre me ha sorprendido mucho que todos los esfuerzos están enfocados en curar no en compartir toda la evidencia que ya tenemos sobre lo que podemos hacer para prevenir. En mi opinión prevenir es mejor que curar. Hace poco tuve esta conversación con un médico y me contesto “los médicos hemos estudiado el cómo curar con medicamentos, sabemos poco sobre alimentación y de prevención” admiro mucho su sinceridad sobre todo porque a ella le interesaba aprender sobre nutrición para poder compartir con sus pacientes. Ojalá en un futuro tengamos una estrategia multidisciplinaria para prevenir y curar esta terrible enfermedad. La realidad es que Una o dos células cancerígenas no le hacen daño a nadie, pero si se juntan miles y millones ya forman un tumor y puede ser detectado por una mamografía. La rapidez de esas células dependerá de tu cuerpo y estilo de vida, pero se calcula que puede ser desde 25 días a 1.000 o más (Growth of 78 recurrent mammary cancers. Quantitative study. Cancer). En otras palabras, pueden ser un par de años o 100 años. Dónde te sitúes dentro de esta escala dependerá en parte de tu estilo de vida. Gracias a las autopsias se sabe que el 39% de las mujeres ya tienen células cancerígenas creciendo en sus pechos, demasiado pequeñas para ser detectadas por las mamografías (Tumor growth rate and prognosis of breast cancer mainy detected by mass screening. Jpm J Cancer Res) . Esta es la razón por la que no debes esperar a ser diagnosticada para emprender la acción y empezar un estilo de vida saludable. ¡Debes empezar hoy! ¿Cómo?
1 de cada 8 mujeres será diagnosticada con cáncer de mama
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente, a excepción de los tumores de piel no melanomas. Aproximadamente una de cada ocho mujeres lo tendrán. Según los últimos datos del INE, en 2014 fallecieron en España 6.213 mujeres como consecuencia de esta enfermedad. El dato representa alrededor de un 16% de los fallecimientos por cáncer del sexo femenino. En España se diagnostican unos 26.000 casos al año. De todos esos casos se sabe que solamente entre el 5-10% tienen un componente genético (http://www.breastcancer.org/risk/factors/genetics).
El cáncer de mama no aparece de un día para otro. El bulto que sientes un día por la mañana lleva décadas formándose en el cuerpo. Para cuando los doctores lo detectan como un tumor, ya llevaba desarrollándose por hasta 40 años (Sanders ME. The natural history of low grade ductal carcinoma in situ of breast in woman…Cancer. 2005;103(12)). El cáncer crece, madura y obtiene cientos de mecanismos de supervivencia que le permiten vencer a tu sistema inmunológico . Por desgracia, lo que se conoce como “diagnóstico precoz”, es realmente un “diagnóstico tardío”. Si una mujer “sana” lleva 2-3 décadas desarrollando un cáncer maligno que nuestra tecnología no puede detectar, ¿puede realmente considerarse como sana?
Estudios en autopsias demuestran que al menos un 20% de las mujeres de edad entre 20 y 54 años que mueren en accidentes de coche tienen un cáncer de mama “oculto” formándose dentro de ellas (Nielsen M, Breast Cancer and atypia among Young and middle aged women: a study of 110 medicolegal autopsies. Br J Cancer. 1897). Hasta algún tipo de ese cáncer empieza para el bebé durante el embarazo y depende de la dieta de la madre (Does cancer start in the womb? Utero exposure to endocrine disruptors. J Mammary Gland Neoplasia. 2013). Por todas estas razones, TODAS necesitamos adoptar una dieta y un estilo de vida que sirva como escudo para prevenir. La buena noticia es que siempre puedes ralentizar o evitar el crecimiento de células cancerígenas. En pocas palabas, puedes morir con tus tumores pero no morir por culpa de ellos. ¿Cómo?
El alcohol y el cáncer
En 2010, la sección de la OMS encargada de informarnos sobre los factores de riesgo del cáncer clasificó formalmente al alcohol como un cancerígeno para el ser humano (IARC. Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans. Vol 96, Alcohol consumption and Ethyl Carbamate. Lyon France: International Agency for Research on Cancer, 2010). En el 2014, clarificó su posición al afirmar que en lo que respecta al cáncer de mama, ninguna dosis de alcohol es segura (World Cancer Report 2014). Se estima que cada año en todo el mundo casi 5.000 muertes por este cáncer son atribuibles al alcohol. El cancerígeno no es el alcohol en sí, sino el desecho que se forma al consumirlo, el acetaldehído, que empieza a formarse en la boca en cuanto das el primer sorbo. Experimentos han demostrado que con tan solo mantener un trago de alcohol en tu boca por 5 segundos antes de escupirlo provoca la producción de niveles potencialmente cancerígenos de acetaldehído que se mantienen activos por más de 10 minutos (A single sip of strong alcoholic beverage causes exposure to carcinogenic concentrations of acetaldehyde in oral cavity. Food Chem Toxicol. 2011). Entonces, ¿qué pasará cuando ingieres el alcohol y se queda rodando por tu sangre durante horas o días? Nada bueno, te lo aseguro.
El vino tinto
El Harvard´s Nurses Health Study encontró que, con tan solo una bebida alcohólica todos los días, se incrementa un poco el riesgo de cáncer de mama (Moderate consumption fo of alcohol during adult life, drinking patterns, and breast cancer. JAMA.2011). Pero sorprendentemente, beber solamente una copa de vino tinto no está asociado con ningún riesgo de producirlo. ¿Por qué? Un compuesto en el vino tinto aparentemente suprime la actividad de una enzima llamada estrógeno sintetasa, utilizada por los tumores como fuente de energía (Red vs White wine as a nutritional aromatase inhibitor in premenopausal women: a pilot study. J Womens Health.2012). Este compuesto se encuentra en la piel de las uvas rojas utilizadas para hacer vino tinto, lo que explica el por qué en cambio el vino blanco no está asociado con ningún tipo de beneficios . Los científicos dicen que los compuestos de las uvas rojas pueden ayudan a neutralizar los efectos tóxicos del alcohol. Pero la realidad es que puedes tener los beneficios de las uvas consumiéndolas crudas y evitando así los daños que causa el alcohol. Además, las fresas, granadas y champiñones también suprimen esta enzima potencialmente cancerígena
HCA
Las aminas heterocíclicas (HCA) y el cáncer
El Instituto Nacional para el Cáncer ha identificado estas sustancias como “químicos formados cuando el músculo animal de cerdo, vaca, pescado, pollo, pavo, etc., es cocinado a altas temperaturas usando métodos de alto-riesgo” (National Cancer Institute. Chemicales un meat cooked at high risk temperatura and cancer risk. October 2015). Estas sustancias cancerígenas se forman cuando compuestos en la carne animal producen reacciones químicas con temperaturas altas (por lo general superiores a 100 grados C). Cuanto más tiempo se cocine la carne, más de estas sustancias se forman. Esta es una de la razones por las cuales el consumo de carne muy cocida está asociado con cáncer de mama, colon, esófago, páncreas, próstata y estómago (Well-done meat intake, HCA exposure, and cancer risk. Nutr Cancer.2009). Esto genera lo que la Harvard Health Letter llama “meat paradox”, ya que si no cocinas la carne puedes estar en riesgo de enfermedades infecciosas pero si la cocinas incrementas el riesgo de sustancias cancerígenas.
En 2008 salió un estudio que demostró que el hígado humano no es muy eficiente eliminando las HCA. Los hígados estudiados solo pudieron desintoxicar la mitad de las sustancias tóxicas generadas después de consumir pollo (Biomonitoring un urinary metabolites of 2-amino-1-methyl-6-phenylimidazo, following human consumption of cooked chicken. Food Chem Toxicol.2008). Otro estudio en 2007 demostró que las mujeres que comían más animales a la parrilla, al carbón o ahumados a lo largo de sus vidas tenían hasta un 47% más de probabilidades de desarrollar un cáncer de mama (Cooked meat and risk of breast cancer-lifetime vs recent dietary intake. Epidemiology.2007)
Para ver lo que sucedía dentro de la mama, unos médicos le pidieron a mujeres que estaban a punto de recibir una reducción de pecho que les informaran sobre sus hábitos alimenticios. Los científicos se dieron cuenta y encontraron una relación entre el consumo de animales fritos con el daño al ADN del tejido interior de los pechos de las mujeres (Dietary intake of meatand meat derived HCA and their correlation with DNA in female breast tissue. Mutagenesis.2009), del tipo de daño que puede desencadenar mutaciones genéticas que acaben en cáncer de mama (DNA adducts, DNA repairgenotype/phenotype and cancer risk. Mutat. Res.2005). Las HCA, al parecer, inician y promueven el crecimiento del cáncer. Se descubrió que el PhIP, que es el HCA más común en animales cocinados, tenía un potente efecto estrogénico, alimentando así el crecimiento de células cancerígenas. Pero esos estudios, si se leen, eran en placas de Petri, así que, ¿cómo sabemos que estas sustancias tóxicas entran en los canales del pecho? Bueno, no lo sabíamos hasta que unos investigadores midieron los niveles de PhIP en la leche maternal de mujeres que no fuman (las HCA también se producen al fumar) (Detection ph PhIP in the milk of heathy woman. Chem Res Toxicol.2001). En este estudio encontraron que la leche de las mujeres que comían carne tenían una concentración suficientemente alta como para potenciar el crecimiento de células cancerígenas en la mama. No se encontraron restos de PhIP en la leche de mujeres vegetarianas (Mismo estudio).
Tu cuerpo elimina estas sustancias de una manera eficiente, ya que los niveles de PhIP pueden bajar hasta cero si no consumes animales (Formation of of mutagenic HCI aromatic amines in hair: a validation study. Chem Res Toxicol.2009). Así que si practicas un “lunes sin carne”, los niveles de estas sustancias tóxicas serán casi indetectables el martes por la mañana. Por desgracia, la mayor fuente de HCA proviene de los cigarrillos, y los niveles de HCA en vegetarianos que fuman es similar al de los consumidores de carne que no fuman (Effects of diet on serum albumin and hemoglobin adducts oh PhIP in humans. Int Jour Cancer 2000)
Deporte
Deporte y cáncer de mama
La actividad física está consideraba una medida prometedora contra el cáncer de mama (Effects of physical activity on breast cancer prevention: a systematic review. J Phys Act health.2014;11), no solo porque ayuda a mantener un buen peso, sino porque el deporte baja los niveles de estrógeno que circulan en la sangre (Alberta Physical activity and breast cancer prevention trial: ser hormone changes in a year-long exercise among postmenopausal women. J Clin Oncol.2010 ). 5 horas por semana de deporte baja los niveles de estrógeno y progesterona un 20% (Exercise lowers estrogen and progesterone in woman at high risk of breast cancer.J Appl Physiol.2011). Aunque un poco de deporte está asociado con la reducción de riesgo para otros tipos de cáncer, para el de mama parece que simplemente andar despacio o hacer trabajo en el hogar no supone una diferencia (Lifetime exercise activity and breast cancer:dose-response adn cancer. Med Sci Sports Excer.2001). De acuerdo al estudio más importante que se ha publicado hasta la fecha, solamente las mujeres que rompían a sudar por lo menos 5 veces por semana tenían una protección significativa (Intensity and timing of physical activity…Br J Sports Med.2008). El ejercicio moderado sí ofrece una protección, al igual que el de alta resistencia. Andar a paso acelerado por una hora todos los días está asociado con una reducción en el riesgo de padecer cáncer de mama (Recreational activity and leisure-time sitting in relation to postmenopausal breast cancer risk. Caner Epidemiol Biomarkers Prev.2013). Por tanto Darwin estaba en lo cierto, es la supervivencia del más fuerte, ¡así que a ponerte en forma! Mucha gente me dice "Bea no tengo tiempo" nunca vas a tener tiempo tienes que hacer tiempo y poner tus prioridades en orden. ¿Cuál es el mejor ejercicio? Muy sencillo.... el que te guste.
Superfoods that superfight
La fibra
Una ingesta inadecuada de fibra también es un factor de riesgo para el cáncer de mama. Investigadores de la Universidad de Yale encontraron que las mujeres que consumían más de 6 g de fibra soluble todos los días (el equivalente a una taza de alubias), tenían un 62% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con las que consumían menos de 4 g. Las mujeres de este estudio no conseguían la fibra de suplementos, sino de la comida. Pero esto también evidencia que estas mujeres consumían más alimentos del reino vegetal, ya que la fibra como ya sabes solamente viene en el reino vegetal, así que la fibra no es el único factor de prevención. La conclusión es que “incrementar la fibra al consumir cereales y legumbres significa que se reduce el consumo de alimentos de origen animal” (Dietary intake and risk of breast cancer by menopausal and estrogen receptor status, Eur J Nutr. 2013). En otras palabras, no es solamente lo que estás comiendo sino lo que NO estás comiendo. La razón por la cual un alto consumo de fibra está asociado con menor probabilidad de cáncer de mama es porque en lugar de comer chorizo estás comiendo alubias.
El mayor análisis sobre estudios de cáncer de mama concluyó lo siguiente: existe un menor riesgo de cáncer de mama asociado con un mayor consumo de alimentos con vitamina C y antioxidantes como frutas y verduras, y un mayor riesgo asociado con la ingesta de alimentos altos en grasas saturadas (lácteos, carne y alimentos procesados). De acuerdo con todos estos estudios, cada 20 g de fibra adicionales al día están asociados con un 15% menos de riesgo de cáncer de mama (Dietary factors and risk of breat cancer: combined analysis of 12 case review case control studies. Am J Clinic Nutrition.2013). Por desgracia, la persona promedio consume menos de 15 g de fibra al día (solo la mitad de lo recomendado). Sin embargo, una persona que tiene una dieta saludable basada en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, consigue entre 37-60 g de fibra (A very low fat of vegan diet inceases intake of protective dietary factors and decreaes intake pathogenic dietary factors.J Am Diet Assoc.2008) ¿Cambiamos la carne por las lentejas? 💃
Superfood 1: Las semillas de lino
Aunque son mejor conocidas como la mejor fuente de omega 3 del reino vegetal, lo que realmente resalta de las semillas de lino es su cantidad de lignanos. Aunque los lignanos se encuentran en todo el reino vegetal, las semillas de lino contienen 100 veces más que cualquier otro alimento. Los lignanos son fitoestrógenos que eliminan el exceso de estrógenos que produce o ataca a tu cuerpo (una de las causas de los cánceres hormonales, como mama y próstata).
Las semillas de lino no contienen lignanos en sí, sino precursores, que serán activados en tu intestino por bacterias buenas. En placas de Petri, los lignanos suprimen la proliferación de células de mama cancerígenas (Antiproloferative activity of lignans against the breast carcinoma cell lines MCF 7 and BT 20. Arch Gynecol Obser.2012). En 2011, el Instituto Nacional para el Cáncer de EEUU hizo un estudio con 45 mujeres con un alto riesgo de cáncer de mama (tenían biopsias sospechosas o ya habían sufrido de cáncer de mama), y les dieron el equivalente a dos cucharadas de semillas de lino molidas todos los días. Biopsias de tejido de sus pechos fueron analizadas antes y después del estudio, que duró un año. Cuando terminaron, se dieron cuenta de que todas las mujeres habían mejorado y un 80% habían bajado sus niveles de Ki-67, un indicador de una mayor proliferación de células cancerígenas (Reduction in Ki-6/ in bening breast tissue of high-risk women with the lignan secoisolariciresinol diglycoside. Cancer Prev Res.2013).
En el caso de ya tener cáncer de mama, al parecer niveles altos de lignanos en la sangre significan que vas a vivir más tiempo (Serum enterolctone levels and mortality outcome in woman with early breast cancer. Breast Cancer res treat. 2010), y la razón es que comer semillas de lino incrementa los niveles de endostatina, una proteína que ayuda a tu cuerpo a reducir el suministro de sangre hacia los tumores (Tamoxifen and flaxseed alter angiogénesis regulators in normal human breast tissue in vivo. Plos One.2011