El sexo no eres tú, son tus hormonas
Sexo y hormonas
La atracción sexual es algo puramente hormonal. Cuando deseas a alguien es gracias a la dopamina, noradrenalina y otros neurotransmisores. Mientras estás coqueteando ciertas hormonas conocidas como FEROMONAS se comunican con las de tu pareja a través de fragancias sutiles que incrementan el deseo sexual.
Una vez que el deseo está establecido y se da la conexión entre hembra y macho el ESTRÓGENO suelta su magia incrementando la atracción al estimular ciertas neuronas en el cerebro y una mayor secreción de feromonas. El olor de tu pareja hace que no te puedas separar.
El deseo sexual incrementa gracias a que la DHEA y TESTOSTETONA estimulan el olor, el instinto animal y la sudoración. Mientras, dos hormonas pituitarias la LH y FSH dictan aún mayor secreción de hormonas sexuales. Lo que estimula el deseo en el cerebro, nuestro órgano sexual más poderoso.
La testosterona empieza a dominar el campo estimulando la fuerza física y las fantasías. Los besos, las caricias y los abrazos generan más feromonas derivadas del estrógeno y la DHEA. El cortisol incrementa dándote más energía y entusiasmo.
La VASOPRESINA hace que la sangre se acumule en el clitoris y el pene. Le apoya el neurotrasminoar ACETILCOLINA lo que dilata los vasos sanguíneos. La testosterona ayuda al hombre a mantener la erección.
Mientas tanto, la serotonina te hace sentir muy bien, feliz y provoca la erección del clitoris, pene y pezones. Mientas la pareja se besa y abraza la HORMONA DE CRECIMIENTO proporciona la resistencia física.
Cuando la excitación llega a su punto más alto, las glándulas suprarrenales explotan la producción de adrenalina. Durante el orgasmo la OXITOCINA provoca la contracción de la vagina.
Después del orgasmo nuestra gran amiga la PROGESTERONA calma el deseo sexual, nos regresa a la serenidad, nos relaja y nos da un sentimiento de paz.
La PROLACTINA sale a jugar lo que hace que se acabe el deseo sexual. La prolactina pide ayuda a la MELATONINA lo que fomenta el sueño.
Las ENDORFINAS están a tope por lo que te sientes feliz, tranquila y sin dolor.
Vaya cocktail ¿no? Que sepas que no eres tú o él, son tus hormonas 🤣
La atracción sexual es algo puramente hormonal. Cuando deseas a alguien es gracias a la dopamina, noradrenalina y otros neurotransmisores. Mientras estás coqueteando ciertas hormonas conocidas como FEROMONAS se comunican con las de tu pareja a través de fragancias sutiles que incrementan el deseo sexual.
Una vez que el deseo está establecido y se da la conexión entre hembra y macho el ESTRÓGENO suelta su magia incrementando la atracción al estimular ciertas neuronas en el cerebro y una mayor secreción de feromonas. El olor de tu pareja hace que no te puedas separar.
El deseo sexual incrementa gracias a que la DHEA y TESTOSTETONA estimulan el olor, el instinto animal y la sudoración. Mientras, dos hormonas pituitarias la LH y FSH dictan aún mayor secreción de hormonas sexuales. Lo que estimula el deseo en el cerebro, nuestro órgano sexual más poderoso.
La testosterona empieza a dominar el campo estimulando la fuerza física y las fantasías. Los besos, las caricias y los abrazos generan más feromonas derivadas del estrógeno y la DHEA. El cortisol incrementa dándote más energía y entusiasmo.
La VASOPRESINA hace que la sangre se acumule en el clitoris y el pene. Le apoya el neurotrasminoar ACETILCOLINA lo que dilata los vasos sanguíneos. La testosterona ayuda al hombre a mantener la erección.
Mientas tanto, la serotonina te hace sentir muy bien, feliz y provoca la erección del clitoris, pene y pezones. Mientas la pareja se besa y abraza la HORMONA DE CRECIMIENTO proporciona la resistencia física.
Cuando la excitación llega a su punto más alto, las glándulas suprarrenales explotan la producción de adrenalina. Durante el orgasmo la OXITOCINA provoca la contracción de la vagina.
Después del orgasmo nuestra gran amiga la PROGESTERONA calma el deseo sexual, nos regresa a la serenidad, nos relaja y nos da un sentimiento de paz.
La PROLACTINA sale a jugar lo que hace que se acabe el deseo sexual. La prolactina pide ayuda a la MELATONINA lo que fomenta el sueño.
Las ENDORFINAS están a tope por lo que te sientes feliz, tranquila y sin dolor.
Vaya cocktail ¿no? Que sepas que no eres tú o él, son tus hormonas 🤣