10 factores que aceleran el envejecimiento después de los 40 y qué hacer el respecto
Hay diez factores que hacen que el envejecimiento empiece a manifestarse a partir de los cuarenta años, que aceleran el envejecimiento biológico.
- El factor músculo: con el tiempo vas perdiendo masa muscular, lo que significa que se convierte en grasa y la grasa genera potentes compuestos inflamatorios. El envejecimiento empieza en tus músculos. Por término medio, pierdes dos kilos de músculo cada diez años. Lo importante es centrarte en preservar y construir y mantener tu masa muscular. Es importante no hacer “cardio crónico” y combinar con ejericios de fuerza y resistencia
- El factor cerebro: tus neuronas pierden flexibilidad y velocidad. Las sinapsis ya no son lo que eran antes, por lo que te cuesta más trabajo encontrar palabras. Se tiene la tendencia a olvidar más y recordar menos. Parte del problema es que tu cerebro acumula desechos y se oxida por culpa de los radicales libres. Los estudios realizados han demostrado que el cerebro se vuelve resistente a los beneficios del estrógeno alrededor de los cuarenta y tres años, lo que provoca cambios de humor. El hipocampo se encoge, especialmente si estás estresado. Y, por si fuera poco, el exceso de cortisol mata neuronas, incrementando la producción de placa beta amiloide, lo que te pone en riesgo de sufrir declive mental y Alzheimer. Tenemos que enfocarnos en mantener sano el cerebro con una dieta alta en antioxidantes, reduciendo el cortisol y ejercicios mentales.
- El factor hormonal: tus hormonas tampoco mejoran. Con la edad, hombres y mujeres producimos menos testosterona, lo que implica una mayor producción de grasa. El equilibrio entre DHEA (dehidroepiandrosterona) y cortisol también se descontrola. Las mujeres producimos menos progesterona y en ocasiones más estrógenos. Tu tiroides se vuelve menos activa, lo que tiene el mismo efecto en tu metabolismo y, como consecuencia, vas subiendo de peso. Te entra más frío. Con el tiempo es más difícil conciliar y llegar a etapas profundas del sueño, lo que también incrementa el cortisol y reduce las hormonas antiaging (antiedad), como la melatonina y la hormona de crecimiento. Más cortisol y menos hormona de crecimiento quieren decir más arrugas, más envejecimiento y mayor mortalidad y morbilidad1. Menores niveles de estrógeno, progesterona, DHEA y testosterona desencadenan la tormenta perfecta para tu peso, tu humor, tu cerebro, tus huesos, tu belleza y tu salud. Tus células se vuelven resistentes a la insulina, lo que eleva tu azúcar en sangre. Esto produce niveles de azúcar más altos, lo que hace que tengas más antojos, arrugas y tu apariencia sea de alguien mayor2. Aquí lo importante es comer y dormir bien, y hacer ejercicio para apoyar la desintoxicación y revertir los problemas hormonales. Las mujeres sufrimos cambios hormonales pronunciados entre los 38-50 años, este periodo de turbulencia hormonal se conoce como la perimenopausia. Con alimentación y estilo de vida puedes controlar los síntomas y tener mucho mejor calidad de vida. Te recomiendo mi curso perimenopausia.
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El factor intestino: el 70 por ciento de tu sistema inmune está en el intestino, así que aquí es el campo de batalla de la inflamación. El intestino es la primera línea de defensa ante cualquier agente externo, por lo que tu ejército lo tiene bien fortificado. El tipo de microbiota que tengas determina en gran parte cada aspecto de tu vida y salud. El problema es que una mala alimentación, alta en grasas saturadas, azúcar y alimentos procesados, junto con un estilo de vida insano alteran las poblaciones de bichos que viven en tu intestino, permitiendo un crecimiento importante de microorganismos patógenos que generan compuestos inflamatorios y debilitan a aquellos que generan compuestos antiinflamatorios.
Se sabe que con la edad las poblaciones de bacterias beneficiosas disminuyen. Un desequilibrio de la microbiota (disbiosis) afecta al estrógeno y a la testosterona. La disbiosis puede generar enzimas como la beta-glucuronidasa, lo que aumenta los estrógenos desfavorables y reduce los protectores. El cortisol acaba de rematar la faena, ya que genera más disbiosis y además pincha agujeros en tu intestino, lo que se conoce como intestino permeable. Existen mensajes inflamatorios y mensajes antinflamatorios, en función del tipo de bacterias que tengas en tu intestino. Y el tipo de bacterias dependerá de tu alimentación. El mejor consejo que te puedo dar para mejorar tu microbiota es tener una dieta alta en fibras, con alimentos como lentejas, alubias, cereales integrales, alcachofa, espárragos, semillas de lino y en general una dieta con muchos colores y sabores.
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El factor tóxico: nuestros cuerpos están equipados con un sistema muy sofisticado de limpieza y desintoxicación. Sin embargo, durante la mayoría del tiempo sobrepasa su capacidad de funcionamiento, ya que es atacado por todos lados. Las toxinas están por todas partes: agua, comida, productos de limpieza y belleza, medicinas, muebles y coches, etcétera.
La carga tóxica del siglo xxi está excediendo la capacidad que tiene nuestro cuerpo para depurar y desintoxicar. Esto lleva a que aparezcan ciertas enfermedades, sobrepeso, problemas hormonales y cansancio. No podemos impedir toda la toxicidad que nos invade, pero ya tenemos mucha información sobre cómo evitar gran parte de ella y cómo ayudar a nuestro cuerpo en el proceso de desintoxicación. Evita comer atún y pescados grandes, elimina el plástico de tu vida y trata de consumir alimentos limpios.
- El envejecimiento enciende las llamas inflamatorias: como hemos comentado, el proceso de envejecer viene acompañado, por un lado, de un debilitamiento del sistema inmune y, por otro, de una activación crónica de aquellas células que producen inflamación. Aunque no podemos evitar el envejecimiento sí podemos agravar el proceso inflamatorio a través de un estilo de vida que no sea saludable. Te recomiendo leer mi libro “ Tu cuepro en llamas”
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Las rutas del envejecimiento: existen rutas del envejecimiento y rutas de la vitalidad. Las que tú actives van a depender de tu estilo de vida. Las rutas del envejecimiento son la insulina y M-TOR. Una se activa con el azúcar y la otra con las proteínas. Tener los niveles de azúcar altos o vivir en una continua montaña rusa de niveles de azúcar en sangre genera una secreción exagerada de insulina. La glucosa en exceso es un problema ya que al ser tan pegajosa causa la producción de productos finales de glicación avanzada, reacción natural de la glucosa que carameliza y destruye proteínas como el colágeno y la elastina. También origina inflamación y contribuye al declive de la salud de la población3, produciendo estrés oxidativo y radicales libres4.
Tenemos que focalizarnos en mantener niveles estables de glucosa en sangre con una dieta baja bien equilibrada, baja en hidratos de carbono refinados y moderada en proteínas.
Alimentación: después del propio proceso de envejecimiento, la alimentación es probablemente un factor importante que puede acelerar o frenar la inflamación asociada con el envejecimiento.
Ciertos alimentos funcionan como gasolina para la inflamación exacerbándola; otros la mantienen a raya y aún actúan como bomberos generando cientos de compuestos que circulan por tu organismo apagando fuegos. La alimentación es el arma más poderosa que tenemos hasta hoy para retrasar o acelaerar el proceso de envejecimeinto. Te recomiendo llevar una dieta basada en alimentos naturales, con compuestos que reducen la inflamación y el estrés oxidativo como : las catequinas del té verde o matcha, la apigenina de la manzanilla, la quercetina de las alcaparras y las manzanas , el omege 3 de los pescados pequeños, los polifenoles del aceite de oliva, las isoflavonas de las legumbres y las flavonoides de los frutos rojos.
- Estilo de vida: una vida sedentaria y la falta de sueño funcionan como un dúo dinámico que puede favorecer la inflamación. Por desgracia, estos dos factores son muy habituales en nuestra sociedad. Dormimos poco y mal, lo que desata una cascada hormonal liderada por el cortisol, generando inflamación y sobre todo antojos por alimentos insanos. Necesitamos trabajar en una rutina de sueño que nos permita alcanzar un sueño reparador e ininterrumpido. Por otro lado, el deporte es probablemente la arma antiaging más potente que tenemos ya que reduce la edad biológica de todos los biomarcadores y activa la ruta de la vitalidad AMPK.
- La conexión entre mente y cuerpo: es el aspecto más olvidado. Pensamos que si comemos bien y hacemos ejercicio todo saldrá bien, pero nos olvidamos de lo importante que son nuestras emociones y pensamientos. Gracias a estudios epidemiológicos e investigaciones sobre las zonas azules, sabemos que nuestro estado de ánimo, la comunidad en la que vives, que te sientas solo o no, que tengas relaciones positivas y, en especial, un propósito de vida funcionan como antídotos o aceleradores del envejecimiento..
1 J. Krøll, «Correlations of Plasma Cortisol Levels, Chaperone Expression and Mammalian Longevity: A Review of Published Data», Biogerontology 11, 2010, 495-499. https://doi.org/10.1007/s10522-010-9264-9.
2 K. van Drielen, D.A. Gunn, R. Noordam, C.E. Griffiths, R.G. Westendorp, A.J. de Craen, D. van Heemst, «Disentangling the Effects of Circulating IGF-1, Glucose, and Cortisol on Features of Perceived Age», Age (Dordr), 37 (3), 2015, 9771. doi: 10.1007/s11357-015-9771-3. Epub 2015 Apr 16. PMID: 25874752; PMCID: PMC4397216.
3 H. Drenth, S. Zuidema, I. Bautmans, H. Hobbelen, «The Role of Inflammaging and Advanced Glycation End Products on Paratonia in Patiens with Dementia», Experimental Gerontology 142, 2020, 111125. doi: 10.1016/j.exger.2020.111125.
4 M. de la Fuente, J. Miquel, «An Update of The Oxidation-Inflammation Theory of Aging: The Involvement of The Immune System in Oxi-Inflamm-Aging», Curr Pharm Des. 15 (26), 2009, 3003-26. doi: 10.2174/138161209789058110. PMID: 19754376.